viernes, 21 de agosto de 2009

Cadena nacional

El tema del fútbol privado o público no había sido tema de este blog. Hasta ahora.
Ayer la cadena nacional fue usada por Don Julio Grondona (el presentador lo anunció así, y no pude menos que imaginarme a Don Corleone...) y Cristina Fernández de Kirchner para hacer público el momento en que se firmó el nuevo contrato entre la AFA y el gobierno nacional.

Si bien es verdad que es un tema polémico, el hecho de que se haya usado la cadena nacional para algo tan poco espectacular (en el sentido estricto del término, la firma de un contrato escuchada por radio constituye un espectáculo casi tan interesante como la descripción radiofónica de un cuadro cubista) da por lo menos, qué pensar. Pareciera que la Presidenta quiere exagerar este acto y convertirlo en un gesto patriótico, grandioso y desinteresado.

Como bien lo dijo ella, el fútbol es un negocio que de ninguna manera produce pérdidas.
No están comprando el negocio de los colectivos y regalando pasajes en las esquinas, para compararlo con algo de ganancias más dudosas.

Hasta ahí, podía decirse que la utilización de la cadena nacional era injustificada, pero entendible desde la intención política de querer mejorar la debilitada imágen del actual gobierno.

Lo que sigue es lo realmente indignante. Cito una cita del diario Clarín del discurso de la Presidenta:
"Hemos dado un paso grande en la democratización de la sociedad argentina. Solamente el que podía pagar, puede mirar un partido de fútbol. Porque secuestran las imágenes, porque secuestran los derechos. Como antes secuestraron y desaparecieron a 30.000 argentinos. Yo no quiero más secuestro. Quiero una sociedad libre."

Una cosa es querer agrandar el significado del hecho puntual del contrato. Otra muy distinta es agrandarlo tanto que se vuelva equiparable a la liberación del pueblo argentino entero (o a "todos los argentinos y argentinas" como le gusta decir) de flagelos equivalentes a los sufridos en la última dictadura militar. Antes de poder darse ese lujo discursivo, tendría que haber garantizado otras libertades mucho más básicas, las de Julio López y Luciano Arruga, por ejemplo.

Y para volver todo el asunto un poco más terrorífico, resulta que quienes supuestamente dedican su vida a la defensa de las causas y derechos relacionados con los desaparecidos ahora sienten que su oficialismo les importa más y salen a defender esta penosa comparación.
Los detalles de esta ciega defensa, en La Nación.

1 comentario:

bar dijo...

No reportaste lo más importante, el único equipo que nombró la presi fue... Gimnasia. ¡EN CADENA NACIONAL!
¡Vamos Kristina, vamos el lobo!
ya tiene mi voto en el 2011, OBVIO